Diario de Viaje: Llegada a Cambridge

¿Diario de viaje? ¿qué dices? Sí, sí, "Diario de viaje" va a ser una especie de sección casi diaria en la que contaré cómo me va por Inglaterra. También dejaré muchas fotos y algún vídeo (quizás salga en patines besando el suelo).
Voy a estar en Inglaterra durante un mes para aprender todo el inglés que me falta, básicamente. Pero también para conocer todas las cosas bonitas que tiene.

Haré vida en Cambridge, un sitio que me tiene ya fascinada, en serio ¡que verde, que encanto! Además, duermo en un piso y como, me ducho y todo lo demás en una casa que está a 30 segundos del piso. Internet, también en la casa. ¿Por qué? Pues porque las habitaciones de la casa están llenas de estudiantes, así que el pisito para mi.


Empiezo por el principio.
He montando varias veces en avión, pero nunca sola, estaba un poquitín nerviosa, pero es que además empecé con mal pie. En una maleta (la que tenía que facturar) estaba toda la ropa y zapatos, y en la maleta de mano llevaba mi cámara, el portátil y la paleta gráfica. Cuando fui a pasar la maleta en la cinta que detecta cualquier cosa peligrosa me dijeron que tenía que vaciarla porque los aparatos electrónicos tenían que ponerse por separado. Así que pasé en varias bandejas cada cosa y después la maleta vacía, ¡y después a volver a meterlo todo dentro!
El vuelo fue muy bien, además, volar me gusta de una manera casi enfermiza. Estuve todo el viaje mirando por la ventana, el cielo tenía unos todos de atardecer preciosos. Y no, no pude fotografiarlo. El despegue y el aterrizaje me gustan especialmente, es como el despertar y el morir de la bestia.
A mi lado se sentó una chica de 19 años española que lleva viviendo en Londres diez meses. Me contó cosas bastante curiosas sobre Inglaterra y los ingleses, cosas que iré comprobando si son ciertas.
Cuando bajé, lo primero que pensé fue: Inglaterra huele a lluvia.
Después, estuve esperando en el aeropuerto alrededor de una hora a que me recogieran, al final, desesperada, fui a los teléfonos ¡y no aceptaban euros! Por suerte un japonés que hablaba español me dejó dos libras y pude llamar, menos mal. Resultó que entre tanta gente no nos habíamos visto.


Por fin llegué a Cambridge, y he de decir que es de película: casitas de dos plantas con una pequeña parcela delante, y los bloques de edificios con un parque compartido. Todo muy muy muy verde, esto a un gallego puede que no le sorprenda, pero yo que vengo del desierto murciano, ¡vaya que si me gusta!
Este es mi bloque de edificios con el jardín comunitario:

Las mujeres que cuidan de mi y que se van a encargar de que hable inglés decentemente, son unas amantes de los animales y tienen dos perras, dos gatos y un pez que se llama Charlie jajaja.

Cuando las he sacado a pasear todos eran paisajes parecidos a estos: 

¡Y esto es lo que me espera durante un mes!

La verdad, estoy muy ilusionada y tengo la sensación de que se va a pasar muy rápido.

Prometo que las siguientes entradas tendrán menos texto y más cosas visuales.

Besos desde Cambridge