lunes, 26 de agosto de 2019

El duelo

Ya he hecho mi duelo,
ya hablé con mi casa y le di las gracias,
ya le prometí a mis plantas que iban a estar bien,
que las iban a regar cuando tocara
y a proteger del frío en invierno.
Ya hablé con todas mis cosas
y ahora tienen que dejar de ser mías
porque poseer algo pesa en cada vértebra.

Ya paseé Madrid
y le lloré todas mis preguntas sin respuesta.
Ya hablé con mi plaza favorita,
con la frutería donde se saben mi nombre,
con la calle donde más besos he dado,
con el bar de poesía donde más he recitado,
la parada de metro que más he usado,
todos los edificios donde he entrado.
Ya les dije adiós
atrapando entre los dientes un hasta luego.

Hay un yo que muere
cada vez que crezco
pero tengo que crecer.
Igual que todas mis plantas,
que ahora regarán otros,
me cambio de macetero para que mis raíces,
que no se anclan a ninguna tierra,
se sigan expandiendo.

Aún tengo muchas flores sin sol dentro
pero no quiero extender el duelo.

Me voy porque mi yo más sincero dice que nos vamos,
que ahora que nos hemos encontrado
hay que dejar que nos encuentren los demás.