miércoles, 12 de noviembre de 2014

Tú y yo en noviembre.

¿Te acuerdas de aquella noria? Roja, ¡con mil luces! ¿Y de las manzanas de caramelo? Casi te echas a llorar cuando se te cayó al primer bocado. Pero te invité a otra y te habría invitado a todas las que hicieran falta, amor. Después tus labios sabían dulces, a caramelo. Y la piel te olía a algodón de azúcar.
Eras la culminación de mis sentidos, de mis ganas locas de amar.
Tú y aquella tarde que jamás quise que se disfrazara de noche erais todo lo que hacía a mis pulmones respirar. Tú, aquella tarde, tus pecas y de nuevo, mis ganas locas de amar.


No te vayas a Manhattan, mi matado cuerpo no podrá soportarlo. Las heridas que solo tú fuiste capaz de callar volverán aullando.
No sé sobrevivir sin tus buenos días, sin tus infinitas ganas de bailar.

No cojas ese tren, cógeme de la mano que me gusta más.



viernes, 7 de noviembre de 2014

Parque Europa

Hace unas semanas mi madre vino a visitarme a Madrid, mi nuevo refugio desde hace dos meses.
Aproveché que es una compañera de aventuras genial para ir a explorar un sitio que me causaba curiosidad desde hacía bastante tiempo. Y me llevé la cámara porque cuando voy a sitios chulos me gusta que os vengáis conmigo de alguna manera.
Así que, empezamos la visita por Parque Europa:


Parque Europa es un recinto de entrada libre donde se pueden ver 18 réplicas de monumentos europeos. Además de ser una zona verde increíble, su césped es mi lugar favorito para echar una siesta, prometido.

Aquí vemos a la izquierda las escultura Las Tres Gracias y al fondo la Puerta de Alcalá.

La Torre de Belém de Lisboa (Portugal)

Vistas del lago del parque y al fondo el Puente de Londres
Otro monumento que había allí era el Muro de Berlín, lo especial de este es que habían partes originales del muro.



Otra cosa que me gustó mucho del parque es que tenía muchíiiisimas actividades. En el lago que se ha visto arriba, se podían alquilar barcas. También había alquiler de bicicletas, camas elásticas, tiro con arco y... ¡tirolina!
Yo me atreví con la Gran Tirolina y un poco más abajo os dejo un vídeo de cómo me tiré. Me gustó muchísimo.





Barco Vikingo

Fontana de Trevi de Roma (Italia)
Escultura David de Miguel Ángel
Torre Eiffel de París (Francia)
Parque Europa me encantó. Es un lugar perfecto para pasar el día, hacer picnic ahí y pasear. Además si te animas, pues hay muchas actividades que hacer. La representación de los monumentos no estaba nada mal, incluso los que he visto en persona no me decepcionaron en el parque, el único que vi bastante flojo fue la Torre Eiffel. En las fotos que he puesto aquí no están todos, eh.
La verdad es que quiero volver pronto y aunque esté un poco lejos, me merece la pena ya que es pasar un buen día asegurado.

Y ya para despedir, una foto con mi aventurera:


lunes, 3 de noviembre de 2014

Te besé con el amor por bandera.

Te estoy echando de menos.
Tenías tus fallos, pero yo estaba repleta de ellos, y me quisiste así.
Hiciste cosas mal, hicimos cosas mal, pero nunca nadie dijo que fuéramos a ser perfectos, de hecho nunca lo fuimos.
Nadie apostó por nosotros excepto nuestros desenfrenados corazones y el mío ha ganado, porque mira, estoy aquí, echándote de menos y escribiéndote sin anónimo pero sin nombrarte, ¿pero para qué voy a decir tu nombre si puedo decir: vida, amor a toneladas, cariño desbocado, mordiscos, trenes y destino?
No fuiste lo ideal, pero sí el mejor.
No me hiciste sonreír siempre, fuiste el culpable de muchas noches de lágrimas y me enfurecía que lo hicieras, y me decepcionaba que no llamarás para decirme que dejara de llorar, que me querías y que lo sentías. Dormiste muchas noches sabiendo que yo estaba con los ojos hinchados porque el dolor ya no cabía, y aún me pregunto cómo podías. Deberías haberte tragado el orgullo, pero no lo hiciste, y dejaste que yo sintiera que iba a morir. Cuando te fuiste para “siempre” de mi vida ni siquiera lo supiste hacer bien, volviste a aniquilarme y eso fue lo que más me dolió, porque aunque me querías agotando el verbo, no antepusiste ese sentimiento y dejaste que el orgullo te cegara. Por esas cosas y por como eres ahora, por lo incapaz que te veo de volver a valer como persona, por lo difícil que se me hace que vuelvas a ser ese chico por el que yo estaba dispuesta a arriesgar, pienso y me repito constantemente que no volveré jamás a tu vida y que estoy mejor sin ti.
Pero joder, ahora de repente, mirando nuestros ojos, los ojos que se querían y se comían entre sí el alma porque la carne se quedaba escueta, te echo de menos.

Me gustaría toparme contigo dentro de unos años, sin planearlo. Me gustaría que entonces me sorprendieras diciendo que estaba muy guapa. Volvería a caer en las redes que nos puso la vida y de las que huimos si al mirarte a los ojos volviera a ver a ese chico que era capaz de llevarme al cielo sin aviones ni trastos de por medio. Rompería la promesa de no quererte nunca más si me dijeras que no ibas a dejarme llorar y que ibas a hacerme todo lo feliz que no supiste la otra vez. Si me dijeras que íbamos a borrar errores juntos, yo, yo... yo sacaría unos billetes que nos llevaran a recorrer el mundo porque esa sería mi manera de regalártelo. Porque si eso pasara, si eso dijeras, si eso cumplieras, yo volvería a ser esa idiota totalmente enamorada que lo único que deseaba era no dejarte escapar nunca.

Aunque me cueste reconocerlo, me he dado cuenta de que siempre te he echado de menos, aunque mi corazón se ha mantenido en silencio para no doler, porque dueles, aún dueles y lo peor es que tengo la sensación de que siempre dolerás.

Mientras tú estás ahí, siendo todo eso que en realidad no te gusta ser, escondiendo al terremoto de persona que llevas dentro, mientras sigas forzándote a seguir oculto detrás de esa máscara que lo único que está haciendo es hundirte poco a poco, notarás que te falta una pieza en el puzzle.
Mientras todo eso siga así, Mundo esperará paciente a que resurgas de tus cenizas para comértelo.
Pero yo no esperaré eternamente, yo seguiré mi búsqueda de sustituto perfecto para ti y algún día lo encontraré y no le dejaré escapar. Cuando eso suceda, para ti ya será tarde. Habré acabado contigo para siempre. Estarás muerto en mi vida. Ya no serás la pieza que me falte. Y sobre todo, ya no te echaré de menos.