
" Richelle escuchaba Red Hot mientras se duchaba. No podía evitar pintarse los labios de rojo y tratar de seducirme. Richelle era la inspiración que le faltaba a mis cuerdas. Le gustaba guiñarme un ojo e invitarme a galletas. Intentaba tocarse la nariz con la lengua y nunca llegaba. Le encantaba reírse...