Estoy cansada de estar en la barra y que alguien me toque el culo. De no sentirme cómoda si no veo un cartel de “Sitio seguro, aquí NO es NO”, y me pregunto en qué puto lugar significa otra cosa.
Me intoxicáis la poesía con vuestros acosos en los bares; con ese mail que me mandabas cada día después de verme recitar insistiendo en que te llamara, que aquí me dejabas tu número, que tenías muchas cosas que contarme en privado.
Te pudres cuando llamas puta a la que te rechaza, mientras escuchas a otra mujer al micro recitando sobre que nos queremos libres.
Me duele el pecho cuando pienso en todas las veces que una compañera ha tenido miedo. Cuando tiene que inventarse un novio que la espera, para que le dejes en paz. Cuando no se atreve a besar a su novia, porque sabe que la semana pasada a otra chica le pegaron por hacer lo mismo.
Me duele el pecho cuando pienso en mi ex diciéndome que se sentiría humillado si después de él, salgo con una chica. Cuando amenazó con no tocarme más si veía una compresa mía usada.
Me duele no haber tenido las palabras y tener que tragarme las suyas.
Pero, lo que más me duele de todo, con diferencia, es pensar en cada superviviente a la que se le ha puesto en duda. En ella, subida al estrado, teniendo que responder si disfrutó de ser violada, si le resultó placentero, si se negó lo suficiente, si ha tenido parejas estables, si sale mucho por las noches. En ella, leyendo justificaciones hacia su violador, gente pidiendo prudencia, llenándose la boca de “presunción de inocencia” mientras ella se despierta y le ve; desayuna y siente su mano en el muslo; va en el metro y recuerda el olor de su saliva; entra en el instituto y oye sus gemidos; vuelve a casa, abraza a mamá, y tiembla asustada; va a dormir y vuelve a sentirse sola para siempre.
En este mundo, si hay que elegir un bando, siempre voy a ser del de la víctima.
Prefiero creer a quien apuesta valentía, si luego es mentira, me ha engañado.
Pero si defiendo al “presunto” violador, y luego es verdad, yo también la habré violado.
Buff, me has dejado con un desasosiego horrible después de leerte, y más cuando pienso que todo lo que cuentas es real día a día.
ResponderEliminarSúper fuerte, y lo peor de todo es que es verdad.
ResponderEliminarPiel de gallina.
ResponderEliminarGracias por decir lo que muchas callan.
Me encantaría verlo en vídeo, sé que se me erizaría toda la piel.
Lo amé.
Besos de costanera!
Abbey de todo lo que escribiste este es mi favorito. Gracias por estas palabras, te expresaste muy bien y estoy de acuerdo con cada palabra! Nunca dejes de escribir por favor!
ResponderEliminarMe duele creer que estuvieras con ese imbécil... Y no sé que más decirte, porque este tema me duele mucho...
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