Hay gente que se tapa la sonrisa.
Tengo el hueco de un libro de Benedetti en la estantería.
Ese beso era para darlo, no para ser guardado.
A esta calle le faltan árboles y le sobran quitamiedos.
La gente corre por un metro que volverá a pasar en 5 minutos porque no tienen 5
minutos.
Huimos del hogar porque nos cuentan que allí no hay
oportunidades suficientes y luego nos pasamos la vida echándolo de menos.
Buscando ese del que nos hablaron, pero no se puede encontrar algo que
ya sabes donde está. No puedes buscar la playa en la montaña, ni los robles en
el mar.
Intentamos no enamorarnos porque dicen que el amor hace
daño, pero se callan que también te hace volar.
No quiero tener miedo. No quiero guardarme estos 1000€ por
si acaso y acabar con ellos en la tumba. Quiero mirar un vuelo y cogerlo, un
libro y leerlo, una película e invitar hasta a las palomitas.
No entiendo vivir estando esperando la vida.
Vivimos, intentando estar peinados en una montaña rusa, con una
sonrisa en el peor día de nuestra vida, ebrios en un mundo con más bares que
bibliotecas, con el pintalabios perfecto en una calle que grita un beso, por favor.
Os dejo el siguiente manual de instrucciones:
Bebeos una cerveza en un bar mientras leéis el primer libro con polvo
que encontréis en la estantería que menos miráis. Habladle a la desconocida que
os llame la atención y dejad que os hable el que peor pinta tenga. Enamoraos y
no desenamoraos nunca. Subid a la atracción que más vértigo os de, quedos en
banca rota, volved, no abandonéis, no hagáis daño a propósito nunca, aprended
todo lo podáis y acabad cada día con más desastre en el pelo.
Y por favor, no seáis de los que no os sobran 5 minutos.