Erróneos desde el principio.

Hola amor,

Venía a decirte un par de idioteces, de esas a las que te tengo acostumbrado.

Llevaba todo esto adentro en forma de bola, si, era una maldita bola de sentimientos que no paraba de gritar ‘’abre esta jaula’’ y aquí estoy, y tú con esa copa de whisky, como siempre, como me tienes acostumbrada.

Hace tiempo que he dejado de quererte, no te sorprendas, tú tienes la culpa.

Se acabo la magia, se acabó Diciembre y con él el amor.

Tú solo has sido un error en categoría turista. Y se te ha caducado la estancia, te echo del hotel instalado en mi cama.

Y créeme que rimábamos, de verdad que lo hacíamos.

Pero pasamos de consonante, a asonante, después a libre y ahora tan solo somos manuscritos de un loco que no sabe porque vive.

Y ya está.

Adiós.

Vete, enséñale a otra las cumbres de tus huesos.