Corren malos tiempos para los soñadores. Hay ventisca para todos los pinceles.
Pasa un temporal.
Soñadores y soñadoras, nos diferenciamos porque miramos al cielo cuando está nublado y mantenemos la marcha cuando llueve. Somos siempre la forma torpe del verbo Crear. Nos gusta pintarle sonrisas a aquello que no la tiene, (¡mira, un zapato sonriendo!) Y con nosotros la Vida se muere de cosquillas.
Pequeños buscasueños, nuestras palabras favoritas son Arte y Magia, tanto nos enamoran que queremos ser ellas, convertirnos en letras... y en ese intento fallido escribimos tropecientas idioteces, porque a los que están todo el día en las nubes se les llama así, idiotas.
Cuando no nos miran susurramos “te quiero” al viento para que algún día llegue a alguien que necesite oírlo.
Nos gusta ser pájaro y avioneta, amamos ser fotogramas y policromar personas. Somos esencia, los pilares que sostienen la esperanza. Nada está perdido porque siempre podemos imaginar que lo ganamos. Nos sobra vida y nos falta voz para seguir contando cuentos. Damos mucho y recibimos poco, pero lo entendemos, no todo el mundo cree poder sonreír (y mira que lo intentamos).
¡Compramos lágrimas y regalamos corazones indestructibles!
Hacemos pedorretas al aire y sobre todo, pedimos lo imposible, ¿pero acaso hay algo así?
Cuando nos hacen trizas los sentimientos, imaginamos que son un puzzle y los recomponemos, aunque sepamos que dentro de poco haya que volver a empezar de cero.
Creemos y soñamos porque nos parece lo mejor, y aunque digan que debemos escondernos, nosotros asomamos la cabecita y ponemos la nariz bien alta para oler la vida.
Chicos y chicasfantasía, sigamos sonriendo, porque a alguien, algún día se le ocurrió decir que corren malos tiempos para los soñadores, pero lo que no sabía es que los soñadores, no creemos en malos tiempos.
(PD: Hace bastante que no os robaba el tiempo, el motivo es que estoy en medio de una oleada de exámenes, ¡intento sacar minutos de donde no puedo, prometido! Gracias por seguir por aquí.)