
Ya he hecho mi duelo,
ya hablé con mi casa y le di las gracias,
ya le prometí a mis plantas que iban a estar bien,
que las iban a regar cuando tocara
y a proteger del frío en invierno.
Ya hablé con todas mis cosas
y ahora tienen que dejar de ser mías
porque poseer algo pesa en cada vértebra.
Ya paseé...