y estoy tan bien,
que en mi pequeñez me siento gigante.
Me pasa cuando estoy sentada en el suelo del bar,
mientras alguien al micrófono recita sobre el amor,
y dice alguna frase que me eriza la nuca.
Entonces miro hacia arriba y veo cuerpos alargados que parecen extenderse al infinito,
todos con la media sonrisa de la complicidad,
de "yo también me he enamorado".
Y pienso en todas aquellas personas a las que han besado,
a las que le han dejado la puerta abierta
con un mensaje de "para cuando quieras volver".
Justo ahí me siento diminuta,
entre todas esas otras medias sonrisas
y poemas sin escribir.
También me pasa cuando me quedo mucho tiempo pensando
en todas las personas que me quedan por conocer.
Me imagino sus rostros sin rasgos concretos,
y ya me remueven cosas por dentro.
Siento que tengo que enamorarme tanto aún... que en comparación, yo soy solo una pizquita.
Soy solo el recipiente de las historias que a otros les quedan por vivir.
Soy solo la tinta de lo que les van a escribir.
Las tripas de las que podrán hacer corazón,
y las llamadas perdidas que querían encontrarse.
A veces,
me gusta ser chiquitita
y tener tanto que decir.
Siento que tengo que enamorarme tanto aún...
ResponderEliminarMe encanta, quiero seguir leyendo todo aquello que tengas que decir. *u*
Me siento tan identificada, este se ha convertido en mi favorito.
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