Llegué a la siguiente conclusión:
No podemos sentirnos mal por tener emociones. No podemos reprimir algo tan nuestro. Nuestro derecho a estar triste existe y deberíamos usarlo más. Porque a veces solo nos queda vaciarnos para poder llenarnos de nuevo.
Y no veas cómo me calmó aceptar la tristeza.
No podemos sentirnos mal por tener emociones. No podemos reprimir algo tan nuestro. Nuestro derecho a estar triste existe y deberíamos usarlo más. Porque a veces solo nos queda vaciarnos para poder llenarnos de nuevo.
Y no veas cómo me calmó aceptar la tristeza.
«Estar triste es el primer paso para dejar de estarlo»